Los testigos de Jehová han sido noticia
frecuente en los últimos años por no aceptar transfusiones de sangre.
Aunque la razón por la que las rechazan es bíblica, se sabe también de la existencia
de otros riesgos físicos. (Génesis 9:3, 4; Levítico 17:10-12; Hechos
15:28, 29.) Su actitud ha tenido como resultado enfrentamientos con
médicos, hospitales y tribunales. A algunos testigos adultos se les han negado
operaciones quirúrgicas debido a que han rechazado las transfusiones, y se han
cursado órdenes judiciales para administrar por la fuerza transfusiones a sus
hijos.
Actualmente hay algunos cambios de actitud
respecto a las transfusiones sanguíneas. Es frecuente que los suministros de sangre
estén contaminados. Las transfusiones transmiten enfermedades, algunas de ellas
mortales. La codicia se ha convertido en un factor clave, pues la sangre es un
negocio importante y se fomenta su utilización rutinaria, lo que añade riesgos
adicionales e innecesarios a la cirugía. Por estas y otras razones, muchas
personas que no son testigos de Jehová dudan en aceptar transfusiones de
sangre rutinarias.
Los testigos de Jehová han desempeñado un
papel importante en todo este asunto. Miles de ellos se han sometido a
operaciones, y en muchos casos se han recuperado incluso más deprisa que otras
personas que habían recibido transfusiones. La experiencia de los Testigos
demuestra que los cirujanos pueden operar con menos hemorragias y que en
algunos casos los recuentos sanguíneos pueden descender hasta niveles de
seguridad muy inferiores a los aceptados hasta ahora. Estos casos también han
confirmado que actualmente hay disponibles muchas alternativas, que además
reducen los gastos y eliminan los riesgos de la transfusión. Sus victorias en
los tribunales también han servido para que muchos pacientes recuperen el
derecho a aceptar o rehusar ciertas actuaciones médicas.
Los testigos de Jehová deben muchos de estos
logros a su colaboración con médicos y hospitales. Recientemente crearon en la
central mundial un departamento denominado Servicio de Información sobre
Hospitales. Representantes de este departamento han viajado por varios países
del mundo, y han dirigido seminarios en algunas de las sucursales de la Sociedad
Watch Tower y formado comités de enlace con los hospitales que puedan ponerse
en contacto con los hospitales y los médicos cuando surja la necesidad.
Mientras visitaron las sucursales más grandes, también crearon departamentos de
Servicio de Información sobre Hospitales para que se encargaran del trabajo
tras su partida.
Los seminarios preparan a estos comités para
que hablen con los médicos y el personal del hospital, considerando
alternativas apropiadas a las transfusiones de sangre y explicando que un
tratamiento quirúrgico minucioso podría reducir drásticamente las hemorragias.
Por último, los miembros del departamento de la central dan enseñanza práctica
a los nuevos comités de enlace al acompañarlos en las visitas a los médicos y
los administradores de hospitales.
América Latina y el
Caribe
En 1990
se celebraron cinco seminarios en México, Argentina, Brasil, Ecuador y
Puerto Rico. Atendieron 32 sucursales de la Sociedad Watch Tower.
El director del banco de sangre de Ciudad de
México manifestó que los testigos de Jehová se habían mantenido a la vanguardia
de la cirugía sin sangre y que ahora hay suficiente experiencia en ese campo
como para que otros se beneficien de estos logros innovadores. Examinó el
documento del Servicio de Información sobre Hospitales que enumera los
procedimientos alternativos para tratar los casos de hemorragia y dijo: “Quiero
hacer copias para los tableros de información de todos los hospitales de Ciudad
de México. Pediré a los médicos que tengan copias para estar informados. Cuando
en el futuro llamen a este banco pidiendo sangre, primero les diremos que
repasen su documento y preguntaremos: ‘¿Han usado esto? ¿Han intentado esto
otro?’. Si no han utilizado primero las alternativas, no les daremos
sangre hasta que lo hagan”.
El director de un banco de sangre del norte
de Argentina también colaboró mucho. En esa zona existe la norma de que
cualquiera que llegue a un hospital estatal haga que un pariente o amigo done
previamente por lo menos dos unidades de sangre; en caso contrario, se le niega
el tratamiento. Como los testigos no podían aceptar esa norma, se les
negaba tratamiento quirúrgico. Tras explicar nuestras convicciones sinceras
sobre el uso de la sangre, el director dispuso un cambio en el protocolo para
cuando se elaborara un nuevo programa. Mientras tanto, los testigos que exhiban
su tarjeta de advertencia médica al ingresar en el hospital estarán exentos de
la obligación de donar sangre.
Un cirujano importante e influyente de
Ecuador ha realizado más de dos mil quinientas intervenciones quirúrgicas a
pacientes testigos y otros que no lo son sin utilizar sangre. Dijo que
planeaba comenzar una campaña para fomentar el tratamiento quirúrgico sin
sangre en ese país debido a los muchos peligros para el paciente que hay en los
suministros de sangre.
Después del seminario de Ecuador, un cirujano
que asistió a la presentación declaró: “El que estas personas sean capaces de
realizar una investigación médica de tal calibre dice mucho sobre su estudio de
la Biblia y me hace pensar en que su religión merece estudiarse”.
En Puerto Rico los comités encontraron un
cambio de actitud favorable. En el pasado, algunas veces hasta se maniató a
testigos de Jehová adultos y se les administró sangre a la fuerza; algunos
murieron más tarde. Los representantes del Servicio de Información sobre
Hospitales se reunieron con el vicepresidente y con el consejero legal de la
Asociación de Hospitales de Puerto Rico; este último caballero era además
administrador de un hospital. Inmediatamente después de las introducciones
formales y antes de que comenzara la presentación, el abogado declaró que tenía
algo que decir. Para sorpresa de los testigos, comenzó la explicación de un
proyecto para la mejora de los derechos de los pacientes en los hospitales de
la isla ¡que abarcaba los puntos principales de la presentación! Además,
solicitó permiso para reproducir parte de la información que se le dejó; quería
incluirla en un artículo que se estaba preparando para la revista de la
asociación hospitalaria.
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