Muchas iglesias recurren a sorteos, ferias, bingo
y otras formas de diversión a fin de reforzar su concurrencia menguante. La
iglesia First Unitarian de Richardson, Texas, sobrepasó eso al usar una
bailarina que se desnudaba poco a poco. Un informe periodístico dijo: “Cuando
terminó su baile no le quedaba nada sino su pampanilla.” El clérigo
encargado comentó que ella había ejecutado el mismo baile que presenta en un
cabaret de Dallas, agregando: “No he recibido una sola
queja. . . . Armonizó muy bien con nuestro servicio.” Hubo unos
200 adultos y sus hijos que observaron a la bailarina casi desnuda.
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